El teletrabajo es un debate que se extiende mucho más allá de lo que haga o no haga Apple, eso está claro. Pero es dentro de las oficinas de Cupertino donde, contrario a lo que creía Steve Jobs, trabajar desde casa es cada día algo más limitado. Tim Cook quiere a los equipos en la oficina, todo el tiempo que se pueda.
Buena señal de eso fue un correo que la directiva de Apple envió a sus empleados la pasada primavera, nada menos que a las siete de la mañana. En él había una encuesta para buscar la opinión de la plantilla acerca del teletrabajo, pero las circunstancias del momento hicieron despertar muchos temores.
Una encuesta después de establecer las normas
El cuestionario, según comentaba Business Insider en abril, se preguntaba por las ventajas de los días en los que se trabajaba en las oficinas y las ventajas de los días en los que se podía trabajar desde casa. Se tardaba unos 10 o 15 minutos en contestarlo, era completamente confidencial y había una fecha tope para hacerlo.
Las respuestas giraban en torno a no tener que hacer el commute desde casa a la oficina y viceversa para los días de teletrabajo, dándoles más preferencia a esos que a los de acercarse al Apple Park. Pero claro: el cuestionario llegaba justo después de la exigencia de venir un mínimo de tres días a la semana a los despachos. No fue, por lo tanto, el correo más agradable que tuvieron esa semana.
La pandemia lo ha cambiado todo
La pandemia fue uno de los detonantes del resurgir del teletrabajo, algo que también ocurrió en Apple y que ha marcado a los trabajadores de todo el mundo probablemente para siempre. Ahora, toda aquella compañía que ofrezca la posibilidad de teletrabajar es valorada como una compañía ventajosa.
Apple no tuvo más remedio que adoptar ese teletrabajo durante los meses de confinamiento más estrictos, pero con la relajación de las medidas de sanidad ha ido intentando aplicar un retorno a las oficinas que nunca ha podido acabar siendo el que había antes del COVID. A día de hoy se siguen buscando esos tres días de oficina y el resto de la semana en casa.
Como teletrabajador desde 2006 siempre voy a defender que trabajar desde casa tiene sus ventajas y sus inconvenientes, aunque siempre es atractivo no tener que desplazarse para poder hacer tu jornada laboral. Mi sensación es que, ahora que el mundo entero ha podido probar esas ventajas, el sistema hibrido será algo que se considerará lo mínimo. Faltará ver si eso perdura a medida que sigan pasando los años.