Cuando Windows 10 llegó al mercado en julio de 2015, muchos coincidimos en que estábamos frente al sistema operativo más completo de la historia de Microsoft. La compañía de Redmond había conseguido deshacerse de muchos de los elementos más criticados de Windows 8/8.1 al tiempo que había apostado por un amplio abanico de características y una solidez mejorada.
Aquella realidad hizo que tan solo una semana después de ser lanzado, el nuevo sistema de Microsoft superara la cuota de mercado que su predecesor había necesitado cinco meses en alcanzar. En la actualidad, incluso con el nuevo Windows 11 en órbita desde octubre de 2021, Windows 10 presume del 71,6% de cuota del mercado, pero tiene un problema: sus ciclo de vida tiene los días contados.
Windows 10, hacia el final de su ciclo de vida
El 14 de octubre de 2025, Windows 10 cumplirá su ciclo de vida. Esto quiere decir que todas las ediciones del sistema, a excepción de las LTSC, dejarán de recibir actualizaciones de seguridad. Y ya sabemos lo que esto significa: utilizar un sistema operativo sin soporte significa tener en nuestro poder una plataforma vulnerable que puede dar lugar a problemas de seguridad que acaban complicándonos la vida.
La solución, según Microsoft, es pasarse a Windows 11. Ahora bien, no todos podrán dar el salto, aunque quisieran. Según recoge The Register, unas 400 millones de PC no cumplen con los requisitos necesarios para ejecutar la última versión del sistema operativo de Microsoft. Así que dentro de dos años sus propietarios tendrán que decir qué hacer con estos equipos cuyo sistema se habrá vuelto obsoleto.
En la actualidad, los principales obstáculos para empezar a utilizar Windows 11 (de manera oficial y sin trucos) en ordenadores antiguos es cumplir con los requisitos de CPU y TPM. Siendo realistas, una minúscula cantidad de personas intentarán actualizar los componentes de su ordenador para que este sea compatible con Windows y otras pocas dejarán el sistema de Microsoft para pasarse a Linux con soporte.
Frente a este escenario, el The Public Interest Research Group (PIRG) teme que millones de estos ordenadores acaben en la basura. Así que el grupo ha enviado una carta al CEO de Microsoft, Satya Nadella, para que reconsidere la fecha de fin de soporte del sistema. “El abandono de Windows 10 por parte de Microsoft podría causar la obsolescencia de más computadoras que cualquier otra acción en la historia”, han dicho.
La organización menciona un reporte de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU que sugiere que solo el 25% de los productos electrónicos en el país se reciclan, por lo que creen que muchos PC acabarán en los vertederos. ¿Extenderá Microsoft la fecha límite de soporte de Windows 10? Con el tiempo sabremos si el aclamado sistema operativo tiene un tiempo más de vida.