Los desarrolladores de Solana han creado una bóveda resistente a ataques cuánticos utilizando una técnica criptográfica desarrollada hace décadas para proteger los fondos de los usuarios de posibles ataques de computadoras cuánticas. Esta solución, llamada **Solana Winternitz Vault**, implementa un sistema de firmas basado en hashes que genera nuevas claves para cada transacción.
La bóveda aborda una vulnerabilidad conocida en la tecnología blockchain: las computadoras cuánticas podrían, en teoría, romper los algoritmos criptográficos que protegen las billeteras digitales. Cuando los usuarios firman transacciones, exponen sus claves públicas, lo que permitiría a computadoras cuánticas lo suficientemente potentes derivar sus claves privadas mediante el Algoritmo de Firma Digital de Curvas Elípticas. (Estas historias podrían ayudarte a comprender mejor este tema).
Quantum resistance has been achieved internally.https://t.co/O2wgya5ZDZ
— Dean 利迪恩 (🍍,🧋) | sbpf/acc (@deanmlittle) January 3, 2025
Actualmente, la bóveda es una característica opcional y no una mejora de seguridad a nivel de red, por lo que no se requiere una bifurcación. Esto significa que los usuarios deben optar activamente por almacenar sus fondos en estas bóvedas Winternitz en lugar de en las billeteras regulares de Solana para que sus fondos sean resistentes a ataques cuánticos.
“La ironía no pasa desapercibida: estamos usando el trabajo de Lamport para proteger lamports”, escribió Dean Little, el desarrollador detrás del proyecto, explicando que la bóveda utiliza un protocolo criptográfico llamado **firmas de un solo uso de Winternitz**.
El sistema funciona generando 32 claves privadas y aplicando un hash a cada una 256 veces para crear una clave pública. En lugar de almacenar toda la clave pública, el programa guarda solo un hash de esta para su verificación. Cada vez que se realiza una transacción, la bóveda se cierra y se abre una nueva con claves frescas.
Si todo este lenguaje técnico parece complicado, piensa en este ejemplo (impreciso pero útil): si pides una tarjeta de crédito nueva cada vez que pagas, ningún hacker podrá adivinar el número antes de que la uses.
“Nadie puede hacer un hash hacia atrás, pero cualquiera puede hacer un hash hacia adelante desde un valor previo”, explicó Little. Esto significa que cada firma tiene aproximadamente un 50% de probabilidad de ser comprometida para transacciones futuras, lo que justifica que la bóveda genere nuevas claves tras cada uso.
Resistencia cuántica antes de que fuera tendencia
Aunque la implementación de Solana marca un paso importante, la criptografía resistente a ataques cuánticos en blockchain no es algo nuevo. David Chaum, conocido como el “padrino de las criptomonedas”, lanzó **Praxxis** en 2019 específicamente para abordar amenazas de computación cuántica. Su equipo desarrolló un protocolo de consenso que prometía superar desafíos de escalabilidad, privacidad y seguridad, manteniéndose resistente a ataques cuánticos.
El debate sobre la resistencia cuántica en las criptomonedas lleva tiempo en marcha y cobró fuerza tras el anuncio de Google en 2019 sobre haber alcanzado la “supremacía cuántica”. Su computadora de 53 cúbits realizó cálculos en 200 segundos que habrían tomado más de 10,000 años en computadoras tradicionales. Más recientemente, los chips Willow de Google lograron cálculos en 5 minutos que los supercomputadores actuales realizarían en 7 septillones de años.
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Cornell señalaron que romper una clave criptográfica de curva elíptica de 160 bits requeriría aproximadamente 1,000 cúbits, muy por encima de lo disponible actualmente. A pesar de esto, varios proyectos blockchain no están esperando. Por ejemplo, QAN afirma haber alcanzado “resistencia cuántica” en su etapa beta, mientras que otros protocolos han estado actualizando discretamente sus bases criptográficas.
Algunos expertos argumentan que la potencia de la computación cuántica podría crecer a un ritmo doblemente exponencial, conocido como la **Ley de Neven**. Este pronóstico ha llevado a más desarrolladores de blockchain a implementar soluciones resistentes a ataques cuánticos, incluso si las computadoras cuánticas a gran escala aún están a años o décadas de representar una amenaza real para los estándares criptográficos actuales.
Por lo tanto, enfocarse en la resistencia cuántica puede parecer excesivo para muchos proyectos de criptomonedas, pero los desarrolladores de Web3 están siempre dos pasos adelante. Si no nos crees, pregúntate por qué cadenas que procesan solo cientos de transacciones por segundo dedican tantos recursos para soportar miles o incluso millones de transacciones por segundo.
Vía | Bóvedas resistentes a ataques cuánticos: ¿Cómo Solana protege tus fondos? – Tecnología con Juancho