Aprende cómo tu elección de compra puede desafiar la obsolescencia programada y promover un cambio en el mercado de la tecnología.
En un mundo donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, la obsolescencia programada se ha convertido en una estrategia comercial omnipresente.
Los fabricantes diseñan sus productos para que fallen después de un cierto período, empujando a los consumidores a comprar reemplazos.
Pero, ¿y si te dijera que hay una forma de resistir esta práctica y hacer un uso más inteligente de tu dinero?
La obsolescencia programada puede tomar varias formas, desde la funcional hasta la psicológica. Sin embargo, todas tienen el mismo objetivo: reducir la vida útil de los productos para impulsar las ventas. Aunque esta práctica es común, no todos los dispositivos fallan debido a ella. El cuidado y el uso adecuado del dispositivo también pueden influir en su vida útil.
Además, es importante tener en cuenta el impacto ambiental de los productos electrónicos. Según el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas, se generan cerca de 50 millones de toneladas de desechos electrónicos al año.
La mayoría de estos desechos no pasan por el sistema de reciclaje óptimo para el medio ambiente, lo que puede afectar la salud humana.
Los residuos electrónicos contienen materiales peligrosos como metales pesados: mercurio, plomo, cadmio, plomo, cromo, arsénico o antimonio, los cuales pueden causar diversos daños para la salud y para el medio ambiente.
Entonces, ¿cómo podemos luchar contra la obsolescencia programada? La respuesta es simple: haciendo un uso inteligente de nuestro dinero. Aquí te explicamos cómo:
1. Compra productos de calidad: Aunque pueden ser más caros inicialmente, los productos de alta calidad suelen durar más y ofrecer un mejor rendimiento a largo plazo.
2. Mantén tus dispositivos: Realiza mantenimientos regulares y repara tus dispositivos cuando sea necesario en lugar de reemplazarlos.
3. Recicla y reutiliza: Considera la posibilidad de comprar productos usados o reacondicionados. No sólo es bueno para tu bolsillo, sino también para el medio ambiente.
4. Apoya a las empresas éticas: Algunas empresas se enorgullecen de producir productos duraderos y ofrecer buenos servicios de reparación. Apoyar a estas empresas puede enviar un mensaje fuerte a la industria.
5. Infórmate y comparte: Cuanto más sepamos sobre la obsolescencia programada y cómo combatirla, más podremos hacer para cambiar las cosas.
En conclusión, aunque la obsolescencia programada es una práctica común en la industria tecnológica, no estamos indefensos ante ella.
Al hacer un uso inteligente de nuestro dinero, podemos resistir esta práctica y promover un cambio positivo en la industria.
En el final, te regalamos este documental llamado “Residuos electrónicos: contra el modelo de usar y tirar”, de la DW Documental.
Muy recomendable para confirmar que somos los consumidores los que tenemos en nuestras manos la posibilidad de mejorar el futuro.