La inteligencia artificial, 5G y la computación cuántica marcarán el futuro tecnológico.
La evolución de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) está en constante transformación, y se espera que para 2025, varias tendencias emergentes redefinan el panorama digital.
Según un informe de IDC, el mercado de TI alcanzó un valor estimado de $81,200 millones de dólares en 2024, con un crecimiento proyectado del 11% respecto al año anterior.
Este crecimiento es impulsado por la adopción de tecnologías innovadoras que buscan optimizar procesos y mejorar la competitividad en diversas industrias.
Una de las tendencias más destacadas es la inteligencia artificial generativa, que ha capturado la atención global por su capacidad para crear contenido y soluciones personalizadas. Un estudio de IDC predice que para 2025, dos tercios de las empresas utilizarán una combinación de IA generativa y técnicas avanzadas para mejorar la toma de decisiones.
Esta tecnología no solo promete aumentar la eficiencia, sino también revolucionar sectores como el entretenimiento, la salud y el comercio electrónico.
La implementación del 5G es otra tendencia clave que transformará la conectividad en América Latina. Se espera que esta tecnología ofrezca velocidades hasta 100 veces más rápidas que el 4G, facilitando el desarrollo de ciudades inteligentes y aplicaciones en IoT.
Según GSMA, se proyecta que el despliegue del 5G generará una contribución económica de $90,000 millones de dólares para 2030.
La computación cuántica también se perfila como un avance crucial. Aunque aún en sus primeras etapas, se anticipa que tendrá un impacto significativo en áreas como la criptografía y la simulación de procesos complejos.
Los expertos destacan que esta tecnología podría cambiar radicalmente la forma en que las empresas manejan grandes volúmenes de datos.
Además, la ciberseguridad seguirá siendo una prioridad a medida que las amenazas cibernéticas se vuelven más sofisticadas.
Las organizaciones están invirtiendo en soluciones avanzadas para proteger sus datos y sistemas, lo cual es esencial en un entorno digital cada vez más vulnerable.
Finalmente, las empresas están adoptando prácticas sostenibles dentro del ámbito tecnológico. La sostenibilidad no solo es una tendencia ética, sino también una necesidad empresarial.
Se espera que las organizaciones integren tecnologías sostenibles en sus operaciones para cumplir con las expectativas sociales y regulatorias.
