Pat Gelsinger, el director general de Intel, defendió a finales de octubre de 2022 durante la entrevista que concedió a The Wall Street Journal que en 2025 su compañía tendrá los mejores transistores y la tecnología de integración más avanzada del mundo. En aquel momento esta afirmación sonaba más a una bravuconada que a un propósito realista debido a que esta empresa se ha enfrentado a dificultades muy serias durante la última década para refinar sus procesos fotolitográficos.
Poco después Intel oficializó algo si cabe todavía más impactante: tenía la intención de poner a punto nada menos que cinco nodos de litografía en tan solo cuatro años. Y, además, todos ellos debían alcanzar la madurez en este reducidísimo plazo de tiempo. A priori parecía un propósito inalcanzable, sobre todo teniendo presente la trayectoria de esta compañía durante los últimos años. Sin embargo, poco a poco está reforzando su apuesta y revistiéndola de credibilidad.
Antes de que concluya este año planea tener su nodo Intel 3 listo para la fabricación de chips. Durante la primera mitad de 2024 prevé tener preparado el nodo Intel 20A, y a lo largo del segundo semestre de 2024 promete estar preparada para fabricar circuitos integrados en el nodo 18A. Por el momento ya está produciendo microprocesadores en el nodo Intel 4, pero no lo está haciendo únicamente en EEUU e Israel; también acaba de empezar a fabricarlos en Europa.
La nueva planta de Irlanda ya produce a gran escala chips en el nodo Intel 4
Es un hecho: Intel ha tenido muchas dificultades para dominar la fabricación a gran escala de semiconductores empleando los equipos de litografía de ultravioleta extremo (UVE) que produce ASML, que son los más avanzados disponibles. Eso sí, en no más de tres meses estarán listas sus sucesoras: las máquinas de litografía de ultravioleta extremo de alta apertura (High-NA), que tendrán un rol protagonista en la estrategia de Intel. De hecho, sin ellas difícilmente podrá poner en marcha los nodos litográficos 20A y 18A.
En cualquier caso, tenemos razones tangibles para aceptar que esta compañía ya ha resuelto definitivamente los problemas que tenía con sus equipos de litografía UVE. De hecho, no solo tiene nodos Intel 4 en fase de producción a gran escala en EEUU e Israel; la nueva fábrica que acaba de poner a punto en Leixlip (Irlanda) ya está preparada para iniciar la fabricación masiva de procesadores con esta tecnología de integración. Por el momento esta es la única planta de toda Europa equipada con máquinas de litografía UVE. Presumiblemente esta tecnología está siendo utilizada para fabricar chips Intel Core Ultra (‘Meteor Lake’), y en el futuro, cuando esté listo el nodo Intel 3, producirá también procesadores Intel Xeon.
En cualquier caso, esta nueva fábrica irlandesa de 13.000 millones de dólares no es la única planta europea que Intel prevé sumar a su infraestructura de fabricación. También prepara la puesta en marcha de una planta de 30.000 millones de dólares en Magdeburgo (Alemania), e invertirá 4.600 millones de dólares en unas nuevas instalaciones que estarán alojadas en Breslavia (Polonia). Intel no asumirá el 100% del coste de estas inversiones debido a que recibirá subvenciones jugosas de los Gobiernos de los países implicados. Aun así, su apuesta intimida desde un punto de vista económico.